Salar de Uyuni, cuna de la quínoa real

Está ubicado en el altiplano boliviano, a aproximadamente 4 mil metros sobre el nivel del mar, en los departamentos de Potosí y Oruro, en el sudoeste de Bolivia, cerca de la Cordillera de Los Andes. Allí es la cuna original de la llamada “quínoa real” que florece bajo las bendiciones de vientos helados llegando a los 30 grados bajo cero y bajo una radiación solar intensa.

Su horizonte es tan nítido, que la curvatura terrestre se puede observar claramente en el cielo azul. En este ambiente singular, los vientos cargados de partículas de sal ayudan a desarrollar las plantaciones de quínoa cultivadas hace miles de años por los pueblos indígenas de la región, especialmente en los municipio de Uyuni y Potosí.

El salar se formó como resultado de transformaciones ente diversos lagos prehistóricos, cubriéndose actualmente por varias costras de sal, algunas de las cuales alcanzan hasya 10 metros de espesor. Se estima que el Salar de Uyuni contiene 10 billones de toneladas de sal, de las cuales menos de 25 mil se extraen anualmente.

TURISMO DE AVENTURA EXTREMA

El área inmensa, el cielo claro y la nivelación excepcional de la superficie hacen del Salar un objeto ideal para calibrar los altímetros de satélites de observación de la Tierra y una ruta turística excepcional para quien disfruta de expediciones turísticas en medios salvajes e inhóspitos.

Dueño de una belleza irreal y deslumbrante, el desierto es un importante destino turístico de Bolivia. Las visitas más destacas son la Isla Incahuasi (con sus cactus gigantes y enclavada bien en el medio de la planicie salina), lagunas coloridas, lagunas de aguas termales con temperaturas similares a las del cuerpo humano y géiseres que exhalan vapor a una temperatura de 38ºC. Diversas agencias locales ofrecen paquetes con guías especializados.